Partiendo de las pastorelas mexicanas (“La Apuesta” y “La Caja Misteriosa”) y en una adaptación que combina la música con relatos navideños europeos narrados en inglés (El cuento de Hans Christian Andersen THE FIR TREE) y francés (cuento de navidad LE SAPIN, ROI DES FORETS, de Sarah Cone Bryant). Villancicos, chistes, bailes y humor pudimos comprobar cómo un grupo de adolescentes de distintas nacionalidades peregrinan hacia Belén ante las travesuras de un malvado diablo y su simpático y anonadado acólito, que pone el contrapunto gracioso; mientras el ángel San Miguel y sus ayudantes se encargan de guiar a los chicos hacia el portal. Al final, se impone el bien y el angelito se sale con la suya.

De nuevo una puesta en escena dinámica y divertida que supo cautivar la atención de los presentes, a pesar de la dificultad de oír otros idiomas. La magia del teatro reside en entretener  y también en enseñar (enseñar deleitando) , sin olvidar que es una actuación en directo donde todo debe estar bien ensamblado. Y estos jóvenes lo han vuelto a conseguir y a contagiar su ilusión a los demás. No estamos ante profesionales del teatro ni tan siquiera ante futuros actores (aunque eso nunca se sabe); lo importante, lo que realmente es digno de contar, es el trabajo realizado a lo largo de estos meses y lo que ha supuesto para ellos: compartir, ceder, creer en el grupo, aprender, respetar y sentirse valorados en una faceta que pone en funcionamiento todo lo que han aprendido teóricamente y ,sobre todo, la inteligencia emocional. Tan necesitados en esta civilización individualista y donde priman los divos/as, encontrar que un grupo de personas se trazan unos objetivos y son capaces de alcanzarlos, a pesar de las adversidades, demuestra que otra forma de trabajar y ver la vida es posible. En su recuerdo quedarán las horas de preparación, ensayos, representación y aclamación del público; pero, se llevarán un bagaje que no todos tenemos la suerte de compartir. Una convivencia que hace que aprendamos de los demás y compartamos lo mejor de nosotros mismos.

ÁNIMO Y A POR LA SIGUIENTE

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